APRENDER JUGANDO




Entre todas las características positivas que posee el ajedrez  para el desarrollo del niño, una de las más importantes y menos consideradas, en mi opinión, es que se “aprende jugando”.



Podemos llenarnos de información teórica, como son el conocimiento de aperturas (como inicia la partida), temas de medio juego (desarrollo) y finales, pero no van a servir de mucho si no jugamos.
Al jugar no solo ponemos en práctica lo estudiado sino que también desarrollamos nuestras propias ideas y visión del juego, lo que nos va a diferenciar de otros jugadores.  Esas ideas a su vez se verán puestas a prueba y desafiadas por las ideas y concepciones del rival lo que nos va a obligar a volver a revisar nuestros conceptos, desarrollarlos, profundizarlos, y muchas veces hasta cambiarlos aceptando que nos hemos equivocado.



A medida que vamos avanzando, no solo vamos a llevar al tablero nuestras ideas, sino también nuestras emociones y sin darnos cuenta, al principio, estaremos expresándonos a través del movimiento de las piezas. Buscaremos además del jaque mate como fin último del juego también crear belleza en nuestros movimientos, y en la partida en general, lo que convierte al ajedrez no solo en un juego como todos lo reconocen, sino también en un ARTE.

Esta experiencia que nos enseña el ajedrez por su forma lúdica es tan importante porque puede ser trasladada a cualquier ámbito de nuestras vidas, ya sea deportivo, artístico, etc. En el idioma inglés jugar ajedrez se traduce como “Play Chess” así como también para hacer música o tocar un instrumento se utiliza la misma palabra. Ej.: Play music, Play piano, etc.

¡Vivamos jugando!

por Matías Epelboim

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios